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sábado, 11 de febrero de 2023

Proverbios y Cantares (Selección) Antonio Machado.

El ojo que ves no es

ojo porque tú lo veas;

es ojo porque te ve.


Hoy es siempre todavía.


¿Sabes cuando el agua suena,

si es de cumbre o valle,

de plaza, jardín o huerta?


En mi soledad

he visto cosas muy claras

que no son verdad.


… Pero yo he visto beber

hasta en los charcos de suelo.

Caprichos tiene la sed …


Despacito y buena letra:

el hacer las cosas bien

importa mas que el hacerlas.


Sin embargo…

¡Ah!, sin embargo,

importa avivad los remos,

dijo el caracol al galgo.


Viejo como el mundo es

dijo un doctor, olvidado,

por sabido y enterrado

cual la momia de Ramsés


Mas el doctor no sabia

que hoy es siempre todavía.


Ya se oyen palabras viejas.

Pues aguzad las orejas.


Demos tiempo al tiempo:

para que el vaso rebose

hay que llenarlo primero.


Por dar al viento trabajo,

cosía con hilo doble

las hojas secas del árbol.






 

viernes, 13 de abril de 2012

Antonio Machado.

Proverbios y Cantares (Selección)


 ¿Para qué llamar caminos a los surcos del azar?
Todo el que camina anda, como Jesús, sobre el mar.

Nuestras horas son minutos cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos lo que se puede aprender.

No vale nada el fruto cogido sin sazón...
Ni aunque te elogie un bruto ha de tener razón.

De lo que llaman los hombres virtud, justicia y bondad,
una mitad es envidia, y la otra no es caridad.

En preguntar lo que sabes el tiempo no has de perder...
Y a preguntas sin respuesta, ¿quién te podrá responder?

La envidia de la virtud hizo a Caín criminal.
¡Gloria a Caín! Hoy el vicio es lo que se envidia más.

¡Ojos que a la luz se abrieron un día para, después,
ciegos tornar a la tierra, hartos de mirar sin ver!

Es el mejor de los buenos quien sabe que en esta vida
todo es cuestión de medida: un poco más, algo menos...

Ayer soñé que veía a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía... Después soñé que soñaba.

Cosas de hombres y mujeres, los amoríos de ayer,
casi los tengo olvidados, si fueron alguna vez.

No extrañéis, dulces amigos, que esté mi frente arrugada;
yo vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas.

De diez cabezas, nueve embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que un bruto se descuerne luchando por la idea.

¿Dónde está la utilidad de nuestras utilidades?
Volvamos a la verdad: vanidad de vanidades.

Todo hombre tiene dos batallas que pelear:
en sueños lucha con Dios; y despierto, con el mar.

¿Dices que nada se crea? No te importe, con el barro
de la tierra haz una copa para que beba tu hermano.

¿Dices que nada se crea? Alfarero, a tus cacharros.
Haz tu copa y no te importe si no puedes hacer barro.

Bueno es saber que los vasos nos sirven para beber:
lo malo es que no sabemos para qué sirve la sed.

¿Dices que nada se pierde? Si esta copa de cristal
se me rompe, nunca en ella beberé, nunca jamás.

Dices que nada se pierde y acaso dices verdad,
pero todo lo perdemos y todo nos perderá.

Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar.

Anoche soñé que oía a Dios, gritándome: ¡Alerta!
Luego era Dios quien dormía, y yo gritaba: ¡Despierta!

Cuatro cosas tiene el hombre que no sirven en la mar:
ancla, gobernalle y remos, y miedo de naufragar.

Nuestro español bosteza. ¡Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío? El vacío es más bien en la cabeza.

En esta España de los pantalones lleva la voz el macho;
mas si un negocio importa lo resuelven las faldas a escobazos.

Ramon Gómez de la Serna.

  La luna es el ojo de buey del barco de la noche. El polvo esta lleno de viejos y olvidados estornudos. Lo más importante de la vi...