lunes, 20 de marzo de 2023

Las suegras, esas desconocidas.

Un barco se hundió en el mar

y con el, se hundió mi suegra,

por eso los calamares

tienen la tinta tan negra.


En el pinar hay un pino

que no lo suben los gatos,

pero lo sube mi suegra

sin quitarse los zapatos.


De mi suegra no habléis mal

porque la defiendo yo,

y si la queréis quemar

la leña la pongo yo.


No le temo a la tormenta

ni al temporal de Levante,

que viviendo con mi suegra

con eso tengo bastante.


Mi suegra nunca ha querido

un yerno si trabajar,

que le pregunte a la hija

cuando vamos al pajar.


A mi suegra la quiero

como a la uva,

colgada del techo

por la cintura.


Los enemigos del alma

unos dicen que son tres,

y yo digo que son cinco

con mi suegra y mi mujer.

 

 

Imagen: Asiento de suegra.

 

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