miércoles, 16 de mayo de 2012

George Bernard Shaw.


Dos tragedias hay en la vida: una es no conseguir lo que el corazón desea, la otra es conseguirlo.

Los padres deberían darse cuenta de cuanto aburren a sus hijos.

El hombre que escucha la razón está perdido.

Ella había perdido el arte de la conversación, pero no, la capacidad de hablar.

Solo un loco celebra que cumple años.

Las revoluciones nunca han aligerado el peso de las tiranías, sólo lo han cambiado de hombros.

No importa cómo muere un hombre. Lo que importa es cómo vivió.

A veces la impaciencia da más frutos que los más profundos cálculos.

Casi todos saben comenzar, lo difícil es ponerle fin.

Si se enseña algo a un hombre, jamás lo aprenderá.

El cristianismo podría ser bueno, si alguien intentara practicarlo.

Los perros no molestan hasta que ladran y los necios hasta que hablan.

Nadie ataca a un león cuando el campo está lleno de ovejas.

El problema de las mujeres es casarse cuanto antes, y el de los hombres permanecer solteros tanto como puedan.

Cuando un hombre mata a un tigre lo llama deporte: cuando un tigre mata a un hombre es ferocidad.

Es muy fácil ser respetable cuando no se puede ser otra cosa.

En tanto tengamos cárceles, poco importa quiénes de nosotros ocupen las celdas.

La virtud no consiste en abstenerse del vicio, sino en no desearlo.

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