viernes, 17 de agosto de 2012

¡Ay! que malito estoy...


Doctor, a mi marido cada vez le sienta peor el tabaco.
Pero, si le dije que se fumara solamente tres cigarros después de comer.
Ya, pero es que antes no fumaba.


Doctor, me ha pisado un camello.
¿Dónde?
En África, ¿va a ser en la cocina?


Quería que me recetara otra caja de supositorios.
Pero, si ayer le receté una. ¿Es que se los come usted?
Claro, no me los voy a meter por el culo.


Doctor, mi hija no se encuentra bien, no sé qué le pasa.
¿Su hija, esputa y excrementa?
Es puta, pero no escarmienta.


Entonces, doctor, ¿qué es lo que tiene mi mujer?
Su mujer no me gusta nada.
Toma, a mí tampoco, pero habrá que intentar curarla.


Doctor, no puedo dormir, si me echo del lado izquierdo se me sube el hígado,
y si me echo del derecho se me sube el riñón.
Pues echese boca arriba.
Entonces se sube mi marido.


Doctor, vengo a que me reconozca.
Pues, ... en este momento no caigo.


Doctor, me está saliendo un pene en la frente, ¿qué hago?
Pues creo que debe ir usted al oculista.
¿Al oculista?
Sí, porque cuando le salgan los huevos no verá nada.


Doctor, mi marido tiene un complejo de inferioridad tremendo.
¿Y qué quiere que yo le haga?
Que me diga lo que tengo que hacer para que no se cure.


Doctor, vengo a que me ponga el callo otra vez.
¡Que le ponga el callo otra vez!
Sí, es que ahora me va grande el zapato.

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