sábado, 21 de abril de 2012

Amor verdadero.


Anoche pensando en ti, mis ojos se humedecieron,
entonces comprendí, lo mucho yo que te quiero.

Aquí te dejo mi corazón, que no quiere estar conmigo.
Le pregunté con quién quieres y me dijo que contigo.

Aquí te envío mi corazón: mátalo si no lo quieres,
pero como tú estás en él, si lo matas también mueres.

¿Cómo quieres que yo no me muera de sed
si tienes la fuente en tu boca y yo no puedo beber?

Con suspiros de jamón y besos de mantequilla
te mando mi corazón envuelto en una tortilla.

Sólo te pido una cosa: no me olvides, por favor,
pues te quiero con el alma y estás en mi corazón.

Cuando pasas por mi lado y no me dices nada,
no sé si me quieres mucho o ya no me quieres nada.

Dicen que la noche es fea, yo pienso que no es verdad,
porque los besos más dulces, se dan en la oscuridad
.
Dices que no sé besar: enséñame tú que sabes,
que es obra de caridad enseñar al que no sabe.

El corazón lo tengo herido por 10 heridas mortales,
me las hicieron tus ojos, que son como dos puñales.

El mar Mediterráneo, se estrella contra las rocas
como yo me estrellaría, por un beso de tu boca.

Gasolina para el coche, y salud para el cartero
que le entrega esta carta a la chica que más quiero.

Me gustaría ser piloto y llevarte en mi avión,
pero como no lo soy, te llevo en mi corazón.


viernes, 20 de abril de 2012

La belleza en las citas.


Mira dos veces para ver lo exacto, mira una sola vez para ver lo hermoso.

Amiel.


La belleza está en los ojos de quien la mira.

Anónimo popular.


Puesto que lo bello es siempre sorprendente, sería absurdo suponer que lo sorprendente es siempre bello.

Baudelaire.


De la belleza, al menos se sabe que muere y por elle mismo, se sabe que existe.

Ferdinand Celine.


Un rostro bello es el más bello de los espectáculos que el hombre observa.

Jean de Bruyere.


La belleza, cuanto menos vestida, mejor vestida está.

Phineas Fletcher.


La belleza es para la mujer, el mejor sustituto de la inteligencia.

Gustave Flaubert.


La belleza es un acuerdo entre el contenido y la forma.

Ibsen.


Nadie ama la belleza que posee porque es bella, sino porque es suya.

Séneca.


Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor.

Rabindranath Tagore.





jueves, 19 de abril de 2012

Confucio. (Selección)



Si no puedes gobernarte a ti mismo... ¿cómo sabrás gobernar a los demás?

Yo no enseño a quien no se esfuerza en comprender.

Nunca olvidéis, discípulos, que un gobierno opresor es más cruel que un tigre.

No hagas a los otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

Pensar dos veces ya es bastante.

El que por la mañana ha conseguido conocer la verdad, ya puede dormir por la tarde.

El silencio es el único amigo que jamás traiciona.

Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae.

El que domina su cólera domina a su peor enemigo.

Por muy lejos que vaya el espíritu, nunca irá más lejos que el corazón.

Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender es peligroso.

Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque esta sea un simple murmullo.

Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.

Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.

Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.

El que exige mucho de sí mismo y poco de los demás, estará libre de odio.

Difícilmente yerra un hombre por exceso de moderación.

Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil.

En todos los ritos, la sencillez es mejor que la extravagancia.

Quien gobierna a un pueblo dando buen ejemplo se parece a la estrella polar, que permanece inmutable mientras los otros astros dan vueltas a su alrededor.

Estudiar equivale a pulir la piedra. A fuerza de cultivarla, se purifica el espíritu.

El hombre superior es cortés, pero no rastrero; el hombre vulgar es rastrero, pero no cortés.

Nunca hagas apuestas. Si sabes que has de ganar, eres un pícaro; y si no lo sabes, eres un tonto.

miércoles, 18 de abril de 2012

Refranes Clásicos (D)


Dame pan y dime tonto.

Dame pan y dame vino y seré buen amigo.

De la cuchara a la boca se pierde la sopa.

Dormir y guardar la era, no hay manera.

De bobos y bobas se hinchan las bodas.

Donde todos salen llorando, no puedo yo ir cantando.

Dame dinero y no me des consejos.

Donde veas a todos cojear, debes a lo menos, renquear.

Del águila no nace la paloma.

Decir y hacer, dos cosas diferentes suelen ser. (véase Rajoy)

Dolor de mujer muerta , dura hasta la puerta.

Dime con quién andas y te diré quien eres.

Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.

Del dicho al hecho, hay mucho trecho.

De lo que no veas, la mitad creas.

Dios da mocos al que no tiene pañuelo.

De lo que no sabe, ninguno se alabe.

Dios los cría y ellos se juntan.

De donde no hay no se puede sacar.

Dos buenos tunantes se entienden al instante.

¿Donde vas Vicente? ¡donde va la gente!

Dios no me dé, pero que me ponga donde haya, que yo lo tomaré.

Dos andares tiene el dinero , viene despacio y se va ligero.

Después de la tempestad, viene la calma.

De desagradecidos está el mundo lleno.

De perdíos, al rio.




martes, 17 de abril de 2012

Preguntas en la calle.


Por favor, ¿este autobús me llevará al cementerio?
Si se pone delante, sí.

Por favor, ¿voy bien para el Parque de Atracciones?
Hombre, yo vengo de allí en camiseta y nadie me ha dicho nada.

Oiga, por favor, ¿ha visto Vd. un niño rubio con el pelo rizado doblar esa esquina?
No, señor, cuando yo he llegado aquí la esquina ya estaba doblada.

Oiga, señor guardia, ¿si pesco en este río sería un delito?
Nada de eso, sería un milagro.

Perdón señora, ¿la notaría?
Si se acerca un poco más, claro que la notaría.

¿Me podría dejar Vd. mil pesetas? Pero, si no le conozco de nada.
Es que los que me conocen no me las dejan.

Disculpe, ¿por qué está Vd. tan gordo? Por no discutir.
Hombre, ¿no será por eso? Bueno, pues no será por eso.

Perdone, señor, ¿he visto su cara en alguna otra parte?
No lo creo, joven. ¿Está seguro?
Segurísimo. Mi cara la llevo siempre en el mismo sitio.

Oiga, joven, ¿sería tan amable de ayudarme a cruzar la calle?
Como no, señora, pero espere que el disco está aún rojo.
¡Coño! En verde ya sé hacerlo yo sola.

Oye cateto, ¿por dónde se va al hospital del pueblo?
Vuelve a llamarme cateto y lo encontrarás.

Perdone, ¿cómo es que le han puesto «Bar el Maricón»?
Son cosas de mi mujer.
¿Podría hablar con ella un momento? Sí. ¡Juan, sal, por favor!

Señora, mire esa pareja, no se sabe quien es el chico y quien es la chica.
Yo sí lo sé, son mis hijos.
Perdone, no sabía que Vd, era su madre. Si no soy su madre, soy su padre.

Oiga, ¿es usted supersticioso?
¿Yo? No, trae mala suerte.

¿Por qué se hizo Vd. cocinero?
Porque una vez me mandaron a freír espárragos, me gustó y me quedé.

Por favor, señor, ¿cuántos cornudos conoce sin contarse usted?
Señorita, es usted un poco mal educada. Bueno, pues, cuéntese.

Ramon Gómez de la Serna.

  La luna es el ojo de buey del barco de la noche. El polvo esta lleno de viejos y olvidados estornudos. Lo más importante de la vi...