lunes, 10 de septiembre de 2012

Oscar Wilde


El Sr. Whistler, con todos sus defectos, jamás fue culpable de haber escrito una sola linea de poesía.


Cuando era joven acostumbraba a pensar que el dinero era lo más importante en la vida: Ahora que soy viejo, sé que lo es.


La única esperanza que se puede tener de vivir en el recuerdo de las clases comerciales es no pagando las facturas.


El trabajo es la maldición de las clases bebedoras.


La ignorancia es como una fruta exótica y delicada; si la tocas su frescura desaparece.


Cada vez que que los caníbales están al borde de morir de hambre, el Cielo, en su infinita misericordia, les envía un misionero gordo.


Dígale al cocinero de este restaurante, con mis felicitaciones, que estos son lo peores sandwiches de todo el mundo y que, cuando pido un sandwich de berros, no quiero decir una barra de pan con un campo en medio.


Hago ejercicio a menudo. Mira precisamente ayer tomé el desayuno en la cama.


Jamás viajo sin mi diario. Siempre hay que llevar algo sensacional para leer en el tren.


Me pasé todo el día trabajando en las pruebas de uno de mis poemas.
Por la mañana puse una coma y por la tarde, la volví a quitar.


Hay dos maneras de que a uno no le guste la poesía. Una manera es que no te guste y la otra leer a Pope.


Este libro de literatura italiana muestra una carencia de conocimiento que tiene que ser el resultado de años de estudio.


He dejado de leer libros: Encuentro que aparta mi mente de mi mismo.


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